Dando color a los sueños
Por Anabel Clemente Lucas
No sé por dónde empezar. Fue un carrusel de emociones todo nuestro trabajo… y aún no hemos terminado, lo peor es que no sabemos tampoco cuándo podremos hacerlo.Un día, en clase, Fernando nos propuso algo que nos pareció maravilloso y, a la vez, una tarea difícil a la que nunca nos habíamos enfrentado: Decorar con murales la planta de pediatría del Hospital “Ciudad de Coria”. Hablamos de ello largo y tendido sobre qué cuentos nos gustaba, que escenas podíamos pintar, qué tipo de material necesitábamos, las horas, etc. Al final decidimos que utilizaríamos algún fotograma de la película “El libro de la selva” y varias ilustraciones originales del autor del libro de “El Principito” Antonie de Saint-Exupéry. Recuerdo habernos pasado varios días buscando frases e ilustraciones de los libros para que todos llegáramos a un acuerdo con los murales que íbamos a pintar.Nos dividimos en grupos, por nuestro trabajo y nuestros horarios, no suelen coincidir nuestras horas libres. Buscamos material para compartir: pinceles, trapos, guantes, recipientes, etc. y la escuela compró la pintura y el resto del material. Y por fin llegó el primer día; apena sí nos dio tiempo a realizar el encaje del primer mural en una pared del pasillo de la zona Obstetricia-Ginecológica de la 3ª planta.
Mowgli con Baloo y Bagheera de “El libro de la selva”. Siguieron más semanas más días decorando la habitación 307 de la zona pediátrica con ilustraciones de “El principito” y dividiéndonos para avanzar el mural del pasillo. Lo mejor de nuestro trabajo era ver la carita de alguno de los pequeños que ingresaban allí cuando pasaban al lado del mural de Mowgli, su cara de sorpresa, y reconocer a los personajes cuando aún estaban simplemente esbozados.El personal de la planta nos animaba y nos ayudaban en todo lo que podían. Hicimos muchos amigos, grandes y pequeños.
Recuerdo el día que terminamos el mural de “El libro de la selva” ¡Qué satisfacción !¡Qué alegría para todos! Quedó precioso.Tiene un poquito de todos nosotros…
Todos hemos trabajado en él y hemos puesto nuestro granito de arena.ahora les toca a nuestros pequeños críticos juzgar nuestro esfuerzo y trabajo, pero pienso que les va a encantar y les hará más amena su estancia en el hospital.
El 3 de marzo de 2020 fue el último que pudimos pintar en el hospital. Estábamos a punto de terminar de pintar en la habitación 307, cuando tuvimos que confinarnos todos.
Un mundo sin flores, un rey sin estrellas, un árbol sin nieve y un príncipe ciego aún nos están esperando.





Después de esta pesadilla que hemos sufrido todos y cada unos de los habitantes de éste planeta, empezamos a vivir y respirar de nuevo, no tan libres, ni tan despreocupados como antes, pero con mas sentido y mas conciencia…Después de todo esto, un día en clase, Fernando nos volvió a sorprender diciendo que volvíamos al hospital, a la tercera planta, la planta de pediatría y ginecología y también de nuestro “niño” : el Principito.
Nos pusimos de acuerdo con el personal de la planta, y el jueves, 19 de mayo nos acercamos con todos los trastos de pintura a reencontrarnos de nuevo con nuestro mundo sin flores, el rey sin estrellas, el árbol sin nieve y nuestro principito ciego en la habitación 307.
Fue una tarde feliz, con mucho trabajo, pero también con muchas risas y anécdotas divertidas. Los trabajadores de la planta se acercaban de vez en cuando y nos animaban a seguir.
Y fue pasando la tarde . La habitación 307 se fue llenando de estrellas , de mundos imposibles, de asteroides y planetas, de árboles inmensos y de personajes de cuento, con una preciosa rosa en el asteroide B 612.Pasaron las horas y cuando por fin terminamos, la sensación fue agridulce, felices por haber creado una preciosa fantasía que acompañará a los pequeños que ingresen en la planta y les hará mas amena la estancia, y un poquito tristes por dejar a nuestro Principito definitivamente.
Un último vistazo y unas fotos a modo de despedida de ese hombrecito extraordinario que no paraba de repetir :
-Por favor…, dibújame un cordero.








Concurso de dibujo y pintura al aire libre.

Desde el 27 de julio de 2013 venimos celebrando el certamen internacional de dibujo y pintura al aire libre. Se desarrolla dentro del paisaje urbano de la ciudad de Coria y sus monumentos, ubicados en el recinto amurallado de la ciudad y su contorno.
Se va consolidando el concurso, ya que con el transcurso de las ediciones hemos pasado de un total de 10 participantes en las categorías de adulto y 1 infantil, (11) con un importe económico en el primer premio de 600 € en la primera edición a 24 adultos y 8 infantil (32) participantes en ambas categorías y con un primer premio de 1000 € en la edición de 2019.

El nuevo proyecto.
El nuevo proyecto cultural de la Asociación «Bufón Calabacillas – Coria”, es la creación de un cineclub. Para hacer realidad este proyecto, contaríamos con la ayuda de la Filmoteca de Extremadura, la cual suministraría las películas, el Ayuntamiento de Coria también sería una pieza clave para el desarrollo del cineclub, pues se necesita una sala donde proyectar las películas y la Casa de Cultura cuenta ya con el espacio y material necesarios.
La actividad se enmarcaría dentro de los objetivos altruistas que ofrece actualmente la Asociación Cultural «Bufón Calabacillas – Coria». Para ello, contaremos con la participación de miembros voluntarios de la Asociación, que se harían cargo de las proyecciones y la logística de los ciclos del cineclub, como José Pedro Juan y Pilar López que trabajarían codo con codo junto a Fernando Domínguez, presidente de la Asociación.